martes, 24 de diciembre de 2013

Compartir Navideño


Navidad viene del vocablo latín “nativas” que significa nacimiento y conmemora el nacimiento de nuestro salvador Jesucristo. Es en estas fechas que comercialmente nos han hecho creer que debemos esforzarnos por dar el regalo esperado a nuestros seres queridos (sobre todo niños). Y nadie nos escapamos a esta tradición comercial, puesto que los medios de comunicación y el entorno así no los recuerdan. Es común también que en estas fechas nos volvamos  más sensibles con el dolor ajeno, pobreza y abandono.

Considero que la tarea primordial de cada padre debería ser la de formar y enseñar el verdadero sentido de la Navidad y sobre todo enseñar (si es con el ejemplo mejor) que debemos ser solidarios con nuestros semejantes.

Les cuento que este año mientras compraba el pavo para la cena de noche buena, recordaba que sería mi cena número cuarenta que de forma  consecutiva cenaría pavo en la noche de navidad, porque así nos acostumbro mi Padre, y probablemente esta tradición luego la repliquen mis hijos Juan José y Sebastián con sus respectivas familias, y es que las tradiciones y el ejemplo son cosas que difícilmente las podemos borrar y tendemos a repetirlas mañana más tarde, es por ello que aquella frase de “eres idéntico a tu padre” no deje de tener asidero.

A donde quiero llegar con esta pequeña reflexión, es que nos esforcemos por grabar en la mente de nuestros hijos recuerdos buenos, para que ellos luego lo repliquen, con ello habremos contribuido y de forma positiva con la sociedad y la familia. Por ejemplo un recuerdo que siempre tengo en mi mente, era que cuando salimos con  mi papá y mi hermano a almorzar a la calle y de pronto se nos acercaba un niño a pedir que le regalen una propina, mi papá le invitaba a que se siente en la mesa y comparta con nosotros el almuerzo. Pare ello lo ubicaba cómodamente como si fuera el invitado especial y le alcanzaba la carta para que pidiese lo que se le antojase. Yo en ese momento y a esa edad (era muy niño) no lo entendía y para ser sincero me molestaba con mi padre, pero el sutilmente me hacia entender que debíamos compartir con lo que menos tenían, porque de eso se trataba el amor a Jesús.

Ejemplo con el anteriormente citado siempre le cuento a mi hijo mayor Juan José (Sebastián aun es muy pequeño pero ya llegara su momento) y trato de ponerlo en práctica, para con ello enseñarle que sean personas buenas, nobles, que entiendan que en esta vida todo es prestado, que el esfuerzo es recompensado con buenos resultados, que la felicidad esta en lo exterior y que la Paz esta en lo interior y hacia ello debemos enfocarnos.

Recuerdo que en una conversación con un amigo y estando a escasos días para la navidad, este me comento que quería regalarle a su hijo un carrito a batería, pero que el mismo estaba fuera de sus posibilidades económicas, aun cuando era muy del agrado de su hijo. Esto me dejo pensando y recordé que unos años atrás estaba en el mismo dilema por comprarle ese regalo a Juan José, y que gracias a Dios se lo puede comprar. Con ese carrito solíamos dar interminables vueltas al parque (venia con dos baterías que permitía un recorrido de aproximadamente 3 horas).  Cuando creció mi hijo, el carrito pasó a estar guardado en un rincón del cuarto de servicio de mi casa. A mi parecer el carrito estaba abandonado y ya no le daba importancia.

Mi hijo tiene la particularidad de guardar cosas a manera de recuerdo, por ejemplo la primera vez  que fuimos a una playa de la Punta en el Callao, guardo unas piedritas en su escondite secreto (escondite que desde luego desconocía). Así también en este escondite guardo los comprobantes de las entradas del cine de aquellas películas que son sus preferidas y algunas cositas más que generaban en él algún sentimiento agradable e importante.

Volviendo al tema del carrito, ese día luego de la conversación con mi amigo y de saber su frustración por no poder comprarle el regalo esperado a su hijo, al regresar a casa, le dije a mi hijo que quería conversar con él y nos dirigimos a la sala. Luego le comente lo que estaba pasando con mi amigo y su imposibilidad de comprarle el carrito a su hijo, así que le hice ver que aquel carrito que a mi parecer se encontraba botado o ya no era del agrado de mi hijo, podíamos compartirlo y hacer feliz al hijito de mi amigo. Recuerdo que mi hijo me miro y me hizo algunas preguntas propias de su edad acerca del nuevo destinatario de su carrito, pero acepto de corazón el ceder su juguete que a mi parecer como les repito, ya no le daba importancia.

Al día siguiente y luego de comentarle a mi amigo que nosotros le regalaríamos el carrito (que por cierto estaba en muy buenas condiciones), éste fue a recogerlo, y grande fue mi sorpresa al ver a mi hijo acercarse a su carrito y agacharse a la parte de atrás del mismo y luego de abrir la maletera,  empezar a sacar aquellas recuerdos que como les comentaba los guardaba en su escondite secreto, escondite que siempre desconocí, pero que en ese momento lo pude conocer y darme cuenta que aquel carrito siempre estuvo con él y no abandonado como yo pensaba. Se los juro que en ese momento paso por mi cabeza, el detener el gesto de regalar aquel carrito, pero luego de ver a mi hijo sacar todas sus cositas en una cajita, me dijo… ya papi ya se lo pueden llevar. Ese gesto de desprendimiento lo voy a tener grabado en mi mente por siempre y hoy se los comparto.

Acciones como estas están formando el carácter noble de mi hijo, desde luego que estoy trabajando en complementar con otros valores que ayuden a convertirlo en un ser humano bondadoso y bueno, porque ellos son los hombres del futuro, que precisamente necesita este mundo.
Feliz Navidad.

martes, 10 de diciembre de 2013

El tarot y yo (Parte II)


La diferencia entre ver y mirar se da por que el primero hace uso del acto sensorial meramente perceptivo, mientras que el segundo intenta entender, comprender e intuir de qué están hechas las cosas. Por lo tanto el mirar descubre, desnuda, muestra, halla la regla, desvela el enigma e intenta resolver el problema.

En la primera parte de El tarot y Yo les comente como me inicie y como finalmente decidí  dar por terminada mi historia como esotérico; pues bien, en este relato les comentaré algunas historias de cómo este juego (siempre lo considere así) en algunos casos, se me fue de las manos.

Recuerdo que cierto  día me encontraba en una fiesta, cuando de repente se paro frente a mi una señora con cara medio rara. La verdad que no soy mucho de fijarme en las apariencias de las personas, pero me llamo la atención su vestimenta tipo gitana. Bueno esta señora se paro frente a mí y me dijo ¡hola brujo!.... a lo que yo solo atine a mirar a los costados para ver si había otra persona a la que estaba saludando tan naturalmente, pero grande fue mi sorpresa al girar la cabeza hacia ambos lados y ver que no había nadie más que yo, por lo tanto el saludo nada cordial era para mí. En fin, trate de ignorarla y no devolverle el piropo, aunque no me falto ganas de decirle ¡ Que tal vieja cara de loca!...pero preferí una postura diplomática, cosa que no tuvo buenos resultados, puesto que esta señora insistió y me dijo… ¡Brujo! . La cosa se estaba poniendo incomoda y ya no bastaba con ser respetuoso sino había que poner freno a tan grosero saludo. – perdón, me habla a mi? – Exclame – sí, me dijo, yo soy bruja y sé que tu también lo eres. – Creo que se está confundiendo –le dije-  a lo que me respondió –de ninguna manera, puedo ver en tu mirada que tienes la cualidad para interpretar la cosas, adelantarte a los acontecimientos, pero aun no has profundizado en esta virtud.

Estas palabras llamaron mucho mi atención, puesto que yo era por esos tiempos el Harry Potter de mi empresa, así que algo de cierto debía haber en las palabras de esta señora. Luego se sentó bien pegada a mí y me dijo…. mira  alguien de la fiesta, al que tu quieras - ok le dije, y ahora qué?- Concéntrate me dijo, con voz dominante. Que ves – me pregunto- veo que esta persona que está bailando tiene una cola de caballo, que sale del centro de su cabeza – de que color es?- me dijo- creo que color celeste – le respondí – concéntrate – replico ella – es color gris, a lo que luego de girar yo mi cabeza, puede salir de ese pequeño trance en el cual me encontraba y la verdad que estaba entre asustado y a la vez impresionado.

Lo que acabas de ver es el aura – me dijo-. Quieres que te enseñe a interpretarla? Con ello puedes ver lo que le está pasando e incluso cuando va a morir esa persona. Al escuchar estas palabras Salí despavorido y nunca más vi a esta señora (para suerte mía)

Dicen que cuando uno entra en ese mundo de descifrar el futuro, existe cierta conexión que hace que cada día uno perfeccione sus predicciones y la verdad que eso me asustaba.

Pero había que pagar el hecho de haber curioseado por el mundo de lo sobrenatural y a mí me paso. Cierto día me dice mi mamá, que había llamado mi papá (ellos se separaron cuando yo era muy niño) y le dijo que quería reunirse con nosotros, y para ser más exacto, nos estaba invitando (a mi hermano y a mi) a almorzar a su casa, invitación que desde luego fue aceptada.

Recuerdo que la invitación a almorzar fue para el sábado 20 de enero del 2007,  y la verdad que la pasamos muy bien, e incluso nos tomamos fotos, cosa que no era del agrado de mi papá. Pero yo en el fondo presentía algo, que en ese momento no lo podía definir. Bueno termino el almuerzo, regrese a mi casa, pero seguía con ese sentimiento indescifrable. Al día siguiente decidimos con mi esposa ir a visitar a su mamá y estando almorzando con ella y luego de decidir tomarnos unas cervecitas como para amenizar el almuerzo, puede descifrar aquello que me tenia perturbado….. Mi papa se va a morir! – Exclame de improviso, como si una voz saliera del fondo de mí ser – que estás hablando- dijo mi suegra. Tal vez pensando que las cervecitas ya hacían su efecto. Luego proseguí diciendo, "estoy muy triste, siento una pena" (parafraseando la canción de Lucho Barrios). Bueno todos me hicieron carga montón y me pidieron que ya no siguiera y que mejor cambiara de tema de conversación.

Al regresar a mi caza aproximadamente a las 8 y 30 de la noche, de aquel domingo 21 de enero, entra una llamada a mi celular, era mi mama, a la cual puede sentir en su voz que estaba muy nerviosa – ha pasado algo horrible – me dijo - que paso!! – acaban de llamar de la casa de tu papa y dicen que le ha dado un infarto y ha fallecido. Nunca voy a olvidar ese momento, ha sido el momento más triste de mi vida. Y lo más doloroso es que hasta ahora no he sabido si estar agradecido a las cartas por haber de cierta forma presentido este terrible acontecimiento o estar enojado con mis supuestos poderes, por no haber podido descifrar a tiempo y  enmendar este infortunio. Pero bien dicen que todos tenemos un destino ya escrito y que en el caso de mi padre, ese era su día.

Luego de un tiempo, entendí que había tenido al menos la dicha de haber podio despedirme de mi padre, y como les comente habernos podido tomarnos aquellas fotos que tanto le degustaba tomarse y ahora son los últimos recuerdos físicos que tengo de él, y digo bien físicos, por que las lecciones de vida, los consejos y el tiempo que nos dio, fue el mejor regalo que nos pudo dejar como herencia; las mismas que son trasmitidas ahora a mis hijos.

Bueno al margen de las cartas, considero que lo que escribí al comienzo de esta historia es muy cierto, y es que son pocas las personas que tiene esa habilidad para ver más allá que con los sentidos, e intentar interpretar una realidad y darle sentido, antes que ver lo que simplemente está a nuestro alrededor. Y esa es la virtud que todos deberíamos perseguir.
Nos vemos.

domingo, 24 de noviembre de 2013

El Tarot y Yo


El Tarot es una baraja de naipes con figuras a menudo utilizada como medio de consulta e interpretación de hechos (presentes, pasados o futuros), sueños, percepciones o estados emocionales, constituyendo además, un tipo de cartomancia.

Todo empezó una tarde de primavera, justo a la hora del almuerzo en mi antiguo trabajo. Recuerdo que estos solían ser muy amenos y concurridos, hasta que un día una amiga se apareció con unas barajas de tarot, que le había llegado junto con su revista “Gisela”, además adentro de la revista venía una breve explicación de cómo utilizarlas.

Bueno, esta amiga empezó leyendo el tarot a los comensales de mesa por mesa y la sensación que causaba era de expectativas y emoción, aunque luego de leídas las cartas notaba que la gente se quedaba más confundida que al principio, pero total era un juego y había que seguir la corriente. Hasta que llego mi turno, se sentó en mi mesa y me dijo que partiera el mazo de cartas previamente barajadas en tres, y así lo hice……fue en ese momento que mientras consultaba su revista para ver cuál era la interpretación, pude notar que había cierta conexión entre las cartas y yo. Luego, cuando en medio de la interpretación acerca de mi futuro, interrumpí, y le dije que no era eso lo que decía el tarot y le propuse leerle yo las cartas…. y así lo hice, el resultado fue asombroso, aunque en ese momento todos asociaron a que como era  mi amiga, tal vez parte de lo que le había dicho, ella ya me lo habría comentado, y por ello el motivo de tan acertado pronostico. Herido en mi amor propio, le propuse a otra amiga leerle las cartas y al final termine leyéndoles a todos los que se encontraban en el comedor. El resultado final?…..pues tenía a todo el auditorio rendido a mis pies… había terminado por convencer a uno por uno que estaban frente al nuevo chaman de la empresa. Yo en el fondo me reía, pero no podía salir de mi asombro por lo que había conseguido.

Al pasar los días, el comedor se convirtió en un lugar esotérico y de consultas, cada vez se me acercaba más compañeros a consultarme sobre su futuro. Sencillamente era algo que no podía controlar, mis compañeros estaban eufóricos y cada vez más deseosos  de saber que les repararía el destino.  

Recuerdo que era tanta la expectativa por leerles las cartas a mis compañeros, que una amiga no tuvo mejor idea que hacer una agenda, en donde ella se encargaría decoordinar las citas, eso sí, la lectura solo se hacia los martes y viernes, para no dejar de tener vida. Muchas veces no alcanzaba el tiempo para leerles las cartas a todos, por lo que perfeccionamos el método y decidimos tener un número de citas por día…. Con ello, todo caminaba a la perfección.

 

En ese tiempo trabaja en el área de publicidad y mi centro de operaciones estaba en oficina, pero constantemente debía ir a las tiendas en donde comercializábamos nuestros productos, y como bien dice el refrán  “hazte fama y échate a la cama”, pues con solo llegar a las tiendas causaba alboroto entre mis compañeras, quienes ya se habían enterado que leía las cartas y pugnaban por que se las leyese. Lo que nació como un juego (y siempre lo consideré así) había llegado a límites insospechados…me había convertido para algunas compañeras en su consultor y guía. Y no exagero, recuerdo que en algunos casos me llevaban a leerles el tarot (claro está que con engaños), a sus amistades, a quienes les habían contado de mis aciertos en la lectura de las cartas.

Recuerdo que me decía la secretaria de la empresa, mientras no se entere el Gerente (que no creía en estas cosas) todo está bien!. Para serles sincero, yo ya no quería seguir con este juego, pero a esas alturas ya había una dependencia muy alta, y por más que les decía que ya no podía o que no tenía tiempo, al verles sus caras de angustia por querer que les aconseje, terminaba cediendo…. Y la palabra clave era “aconsejar” porque finalmente eso era lo que hacía, y lo hacía bastante bien. Modestia aparte debo reconocer que una de mis mayores virtudes se da por el lado de la comunicación, y ese era “El SECRETO”, adelantarme a lo que pensaban mis compañeros, el decirles lo que ellos querían escuchar, debido a que luego de las leídas venia el consejo y ahí podía explayarme y de cierto modo lucirme y terminar por convencer a mis seguidores.

Hasta aquí todo bien, hasta que una tarde de viernes, más o menos 5 y media de la tarde, al regresar  a oficina de una de mis acostumbradas visitas a tiendas y ya pensando en el fin de semana, me para en la puerta la secretaria y me dice con cara asustada…”ya fuiste” ya se entero el Gerente  y dice que vayas junto con tus cartas a su oficina. Por cierto mis cartas siempre las traía conmigo, así que lo que hice fue ir directo a su oficina, había que enfrentar y poner el pecho a algo que como les comentaba, empezó como un juego pero para mis compañeros se volvió una costumbre adictiva.

Luego de anunciarme y entrara a la oficina del Gerente, este me recibió  diciéndome…. ¡Así que tu eres el famoso Harry Potter de la empresa !!!., yo quede impactado por tremendo recibimiento, irónico y retador a la vez. Yo se que todo lo que haces respecto a esas cartas son mentiras, me dijo, a ver, quiero que me digas cual va hacer el monto de ventas para fin de año, a lo que le respondí, que esa cifra no se la podía dar, pero que en cambio le podía leer las cartas a él. Para entonces me sentía herido y seguro de mis poderes para ver el futuro – No me dijo -  yo no creo en esas cosas, pero vamos a que le leas al Gerente de Finanzas, quiero desenmascararte. Y salimos de su oficina rumbo a la oficina de este Gerente, y  al ingresar a su oficina, le dijo, quiero que te lea las cartas para demostrarles a todos que no es acertado ni nada por el estilo, y este Gerente que tenía como se dice en el argot criollo “rabo de paja”, se negó  rotundamente a que le leyese las cartas. No dijo, yo tampoco creo en esas cosas, por lo que salimos inmediatamente de esta oficina y nos dirigimos para las oficinas de las managers. A ver,  quien quiere que le lean las cartas, muchas de las managers a las que les leía de forma constante, ignoraron la solicitud, pero una de ellas a la que nunca le había leído, tal vez porque no teníamos mucha confianza, se paro y me dijo, léemelas a mí,  yo no creo en esas cosas! exclamo. Pues bien no había tiempo para más, había que demostrar que tan acertado era, la diferencia era que ahora, lo tenía que hacer en presencia de un auditorio desafiante.

Luego de sentarme frente al escritorio de esta manager y una vez sacada mis cartas, pude notar que había mucha gente a mí alrededor. La presión y expectativas estaban al máximo!!!...es ahí cuando debe aflorar el aplomo y carácter del ser humano, para capear el temporal y buscar salir adelante. Y así lo hice. Luego de barajadas y sacadas las clásicas tres cartas a esta managers, pude ver en estas, algo realmente incomodo. Levante la cabeza, y mirándola fijamente a los ojos, le consulte, que si lo que veía en las cartas se lo podía decir frente a todos – a lo que respondió – sí, yo no creo en esas cosas, me dijo con una sonrisa burlona.  Estas segura replique, porque lo que voy a decirte es bastante privado. Ella me miro y puede notar cómo empezó a  dudar – pueden dejarme a solas, dijo. A lo que el Gerente inmediatamente exclamo – ya te está trabajando a la sicología – no caigas!, replico. Pero para entonces ya había una conexión entre ella, las cartas y mi persona. Por favor retírense insistió, yo luego les comentare si es o no acertado, y les daré los créditos del caso. Fue así como nos dejaron a solas.

Que ves en esas cartas? me dijo – veo que estas en un proceso de divorcio y que tu esposo se acaba de ir de la casa, para ser más exacto hace una semana….. Hasta ahora recuerdo los gestos de impresión en su cara – no puede ser !!!, a nadie le he contado esto, me dijo. Lo que prosiguió fue una serie de preguntas y consultas, que no vienen al caso detallarlas. Lo que sí, una vez que termine de leerle las cartas, cumplió con su promesa, pues me tomo del hombro y nos paseamos por los pasillos de la empresa, diciendo ella, ES CIERTO, ES CIERTO, SI TIENE PODERES PARA VER EL FUTURO.

Después de ello, ya con los créditos debidamente probados,  seguí por un buen tiempo leyendo las cartas. Hasta que un día, me aconsejo una persona, que leía mucho acerca de los ángeles, que dejara de hacerlo, pues si bien era posible que contara con ciertas cualidades o virtudes para predecir el futuro, al final esto no me conduciría a nada bueno, y le hice caso. Finalmente la gente a la que  acostumbraba a leerles las cartas, me siguió buscando, pero él no por respuesta se volvió una constante, hasta que se convencieron finalmente que para mí, esa parte de mi vida, ya había acabado.
Definitivamente quede con mil anécdotas sobre este pasaje de mi vida, las cuales les hare llegar en una segunda parte (El tarot y Yo, parte II), porque sinceramente son muchas, pero muchas las historias, que no se pueden resumir en una sola entrega. Pero por ahora considero que es suficiente.

Nos vemos...

domingo, 17 de noviembre de 2013

Mi querido barrio.


Barrio es una subdivisión de una ciudad o pueblo, que suele tener identidad propia y cuyos habitantes cuentan con un sentido de pertenencia.

En este relato quiero compartir con ustedes vivencias de mi querido barrio. Como les comente en relatos anteriores, yo me crie en el distrito de Breña, para ser más exacto en el Jr. Caraveli. Hasta aquí ustedes se pueden preguntar y que tiene de particular este barrio…pues bien voy a tratar de narrarles algunas vivencias que hicieron de este VECINDARIO,  más que un lugar donde vivir.

Bueno para comenzar les debo contar que en mi barrio existe mucha solidaridad entre los vecinos y donde los festivales  “Pro ayuda” resultan ser un buen pretexto para juntarse, divertirse y de pasada ayudar con una causa común. Por ejemplo, si algún vecino se encuentra delicado de salud, se organiza un festival, y al mismo estilo de Mistura, cada familia dona una fuente de comida y las mismas se expenden el día del festival. Por lo general el día domingo, día del pueblo.  Para ello existe una comisión organizadora que se encarga de realizar las coordinaciones con los vecinos para que por ejemplo, no se repitan las fuentes de comidas, y de esta manera los comensales puedan tener un mayor abanico de posibilidades gastronómicas con que deleitarse; claro esta acompañados de unas buenas cervecitas, y si estas son en presencia de una agradable compañía… mejor aun!.  El dinero de todo lo recaudado se le hace entrega al vecino motivo del festival.

En Caraveli contamos con la bendición de la virgen de Fátima, quien es la patrona del barrio y la cual cuenta con una gruta para veneración de los vecinos. Esta figura de la virgen fue elaborada por el abuelito de mi amigo Cachivache, quien se dedicaba a restaurar imágenes de yeso.

 La fecha de festividad central de la virgen de Fátima, es el último domingo del mes de mayo. Para ello se elige previamente a los mayordomos que se encargarán de recaudar fondos para dicha festividad.

Cuentan que el 31 de mayo de 1970, fecha del terremoto que desapareció la provincia de Yungay, al momento que se inicio el terremoto, la procesión se encontraba entrando a Caraveli, y lo que hicieron los vecinos que acompañaban, fue ponerse de rodillas y rezar frente a  nuestra querida Virgen. Al culminar el movimiento y pasados los nervios propios de tremendo acontecimiento, quienes terminaron cargando el anda a manera de agradecimiento y devoción, fueron las mujeres del barrio. Desde esa fecha es una tradición que la procesión al momento de entrar  al barrio sea cargada por las mujeres del barrio, aunque sea un tramo corto, por lo pesado del anda. Toda una tradición llena de historia.

La gruta de la virgen se encuentra al fondo de la quinta Fátima,  y justo en la última casa de aquella quinta,  quedaba la casa de un señor que vendía cuetecillos; digamos que los ancestros de las famosas ratablancas. Como en ese entonces no teníamos propinas y queríamos como todo niño reventar cuetes, a mi amigo “el ciego”, no se le ocurría mejor idea que pedirle prestado a la virgen de su  alcancía de las limosnas, que los vecinos tenia a bien dejarle de forma voluntaria. Todos apoyábamos la idea, pero al momento que estábamos frente a la imponente presencia de la virgen…. nos echábamos para atrás.

Hasta que un día, este amigo nos pidió que rezáramos a la virgen y  le pidiéramos perdón por sacarles una que otra monedita, total Dios es puro amor y la virgen nos perdonaría. Fue así como una toda una delegación nos acercamos a la gruta de la virgen y nos pusimos de rodillas para rezarle. No sé bien cuantos ave marías y Padre nuestros íbamos, cuando de repente se paro este amigo y  fue directo hasta la alcancía y luego de hacer una venia y persignarse, metió la mano y saco algunas monedas. Todos mirábamos de reojo la acción, pero ahora con mucho más razón seguíamos rezando. El mayor beneficiado de esta nada aconsejable acción era el vendedor que veía como sus productos pirotécnicos tenía gran demanda.

Otra cosa que recuerdo de mis vivencias de infancia en mi querido barrio, era cuando con mis amigos nos escribíamos para participar en el campeonato de fulbito que organizaba la municipalidad. Para ello teníamos que recaudar nuestros propios fondos para la adquisición de las camisetas. Para tal fin, tocábamos las puertas de todos los vecinos y solicitábamos que nos regalen periódicos pasados y botellas vacías, las cuales eran acopiadas en la esquina del barrio. No saben todo lo que podíamos recaudar… eran cerros de periódicos y botellas, que luego serían vendidas a los ropavejeros que pasaban por la zona. La cantidad recaudada alcanzaba para la compra de dichas camisetas. El esfuerzo y trabajo comunitario había valido la pena.

Otra festividad clásica del barrio era la Fiesta de año nuevo. Recuerdo que cuando tenía 17 años,  tuve que asumir a solicitud de mis amigos la presidencia de la comisión organizadora de tal magno evento. ¿Pero como llegue a tal situación?… Recuerdo que todo salió como jugando una noche de octubre, en donde luego de aquellas clásicas reflexiones acerca de lo rápido que estaba pasando el año, decidimos en quórum  organizar la fiesta de año nuevo. El problema era que estábamos a escasos dos meses de la fecha objetivo.

Después de discutir como recaudar fondos,  y luego de asimilado que por la envergadura de la fiesta, la recaudación de la venta de periódicos y botellas no alcanzaría ni para el comienzo, decidimos organizar una fiesta  “Pro fondos”….. la fecha acordada fue el 31 de octubre, es decir teníamos pocos días para organizar todo.

Vendimos tarjetas, pegamos pancartas en las esquinas del barrio anunciando dicha fiesta. Es decir, nos organizamos y comprometimos al máximo.  Llegado el día de la fiesta no nos podíamos quejar, pues era todo un éxito, estábamos bien organizados, unos controlaban la puerta, otros estaban en el expendio de las cervezas y gaseosas, otros recogían las botellas del piso y estas tareas eran rotativas para no maltratar a la comisión organizadora. A estas alturas de la fiesta, lo único que debíamos hacer,  era mantener a la gente tranquila, cosa que cada vez era menos probable, debido a la cantidad de gente que se dio cita a la fiesta, y por la cantidad de cerveza que estábamos vendiendo, y por lo cual nosotros nos sentíamos más que agradecidos.

No sé en qué momento se desbordo la euforia de la gente, lo  que hizo que terminara en una bronca descomunal. Para suerte nuestra uno de los grupos tuvo la magnífica idea de salir a fuera del local para terminar la bronca en la pista. Fue en ese momento en que decidimos cerrar la puerta evitando que el otro bando salga y la sangre llegue a mayores…. La verdad que no sé si fue una buena idea, porque la turba que quedo de afuera quería romper la puerta. Para suerte nuestra la puerta era de metal. Conforme pasaban los minutos, la calle estaba hecha un polvorín, en donde a parte de los revoltosos peleadores callejeros, se encontraban los familiares de las chicas que habíamos invitado a la fiesta y a las cuales era nuestra obligación cuidarlas. Recuerdo que el sonido de la puerta era insoportable, hasta que mi amigo Kitty no se le ocurrió mejor idea que pedirme que abriera la ventana chica de la puerta, para que él, en ese preciso momento pudiera meter un puñete y de esta manera bajarse aunque sea a unos de los insoportables revoltosos. Y así lo hicimos…. a la voz de tres me dijo Kitty, uno, dos y tres, abrí la ventana y Kitty Kitty cerrando los ojos lanzo un mortífero puñete, pero justo al momento en que yo abría la ventanita, puede ver a una señora (probablemente madre de una de las chicas encerradas adentro del local) asomar su cara por la ventana, y lamentablemente en ese momento puede presenciar y  en butaca espacial, como al mejor estilo de Mike Tyson, impactar en la cara de esta pobre señora tremendo puñete y tumbarla al suelo. Literalmente se fue a la lona!!!

 Ahora con mucho más razón ya no podíamos abrir la puerta.

Para  suerte nuestra a los pocos minutos llego la policía y pudo poner fin a tremendo lio callejero. Lo rescatable de todo era que habíamos recaudado los fondos suficientes para seguir con nuestro propósito, es decir la fiesta de año nuevo.

El resto del dinero lo recaudamos de donaciones de los vecinos, quienes ya no querían (por el bienestar del barrio) que organicemos otra fiestecita.

El día 30 de diciembre es cuando comienza el trabajo arduo. Lo principal, armar el estrado. El encargado era  nada más y nada menos que Perro Julio, quien subía a los techos de las casas y de ahí, sacaba los tablones que luego utilizaría para armar el estrato. A Dios gracias no existía fiscalizaciones de defensa Civil.

El día 31  lo más pequeños del barrio se encargaban de pegar las cadenetas, mientras otro grupo se  encargaba de ir a al vivero municipal a traer las palmeras para decorar el escenario  (sin consultar obviamente a los encargados de cuidar el vivero). Otro grupo trabajaba en las coreografías que en la noche presentarían los más pequeños del barrio.

Con los colchones viejos que son previamente depositados en los techos de las casas, se arman los números del año viejo que se va, los mismos que son quemados a las doce de la noche…. algo simplemente impresionante.

Ya en plena fiesta, los concursos y los juegos eran del deleite de todos los vecinos. Recuerdo que al más puro estilo de Trampolín a la fama, se solicitaba a los presentes, un premio a quien traiga un producto casero, a ocurrencia del animador.

Lo mejor de todo, es que pudimos alcanzarles regalos a los niños del barrio. Todo era felicidad y camaradería. Un verdadero éxito!!!

Solidaridad, compromiso, trabajo en equipo son algunas de las lecciones adquiridas a lo largo de mi vivencia en mi querido Caraveli.

Bueno para terminar, les cuento que desde hace varios años vivo en el distrito de Surco, pero cuando alguien me pregunta  de qué barrio soy, yo respondo al instante y con orgullo, que soy de Breña y para ser más exacto de Caravelí cuadra 10.
NOS VEMOS…….

domingo, 10 de noviembre de 2013

Zafiedad...más que una banda de rock.


Desorden, grosero, rusticidad son algunos de los sinónimos de Zafiedad

Esta historia tiene que ver con una banda de rock que formamos con mis amigos de barrio cuando teníamos 18 años. El nombre que le pusimos a  la banda fue Zafiedad, y el motivo del nombre fue simplemente porque queríamos que suene fuerte y  pueda tener recordación en las mentes de quienes lo escucharán.

La banda estuvo conformada por Cachivache en la voz, Cirilo en la guitarra y yo en la batería. En lo que respecta al bajista, ese fue nuestro talón de Aquiles. Originalmente estuvo Manguito, pero luego por problemas de tiempos para con los ensayos de la banda, tuvo que dar un  paso al costado. En su reemplazo hicimos pruebas con Cucaracha, Kitty Kitty y el mismo Cachivache, quien debería ahora ser cantante y bajista.

Toda banda de rock tiene influencias musicales y en el caso de Zafiedad era variopinta. En mi caso por esos tiempos me gustaba la música New Wife,  Cachivache también compartía este tipo de afición, pero además era un fanático de los Beatles. Cirilo era metalero, incluso conocido por nuestras amistades como Cirilo Trash. Manguito era el romanticón y le gustaba las baladas en castellano y la música criolla….El resultado de esta explosiva combinación daba como resultado ZAFIEDAD

Los ensayos  por lo general eran en la casa de Cachivache, y estos se daban los sábados a partir de las 11 de la noche….de ahí el problema que surgía con Manguito, quien por aquellos tiempos era un experto conquistador y estaba en la disyuntiva de si ensayar con la banda en esos inoportunos horarios o estar coleccionando más chicas a su ya agrandada lista de enamoradas (no conocí un conquistador mayor). Los instrumentos eran propios y prestados. La batería me la regalo mi mamá, era una Maxtone color gris, a Cirilo su papá le regalo una guitarra marca” Ramírez”, de sonido y procedencia nacional… La verdad que Cirilo era un héroe por tocar en esa guitarra color blanca, la cual tenía los trastes elevados, lo cual sumados  a las cuerdas de metal, hacían que el pobre Cirilo termine sangrando de las yemas de los dedos. El bajo, micrófonos y amplificadores nos los prestaba Víctor Lobo, quien era el cantante de la Banda Armagedón, una banda noventera de rock metal. Ellos ensayaban los sábados desde la tarde y hasta entrada la noche como previos a sus conciertos que tenían, y nosotros debíamos esperar hasta que terminen para poder conseguir los apreciados instrumentos.

En un comienzo intentamos tocar covers de bandas como Nirvana, Twisted sister y algunas bandas en castellano como GIT y los Prisioneros, pero la verdad que el resultado era fatal…..no quedaba otra cosa que intentar hacer música propia, contra la cual nadie podría refutar el resultado, puesto que finalmente diríamos que es así como queríamos que suene la banda.

Los ensayos se daban con la presencia de amigos y en los cuales no faltaba los buenos tragos cortos como alicientes para empilar aquellas noches rockeras. Algunos de los ensayos los grabábamos en casette de una radio que tenia Cachivache. Recuerdo que teníamos un tema propio que se llamaba “Cirilo Maricón”, el cual era nuestro tema estandarte….que les puedo decir, la verdad que no éramos una gran banda, pero con los estragos del alcohol, sonábamos como la mejor banda del mundo. Como dice mi buen amigo Beto, no se gana pero se goza.

Luego de un tiempo decidimos a beneplácito de nuestros vecinos desintegrar la banda…la verdad que todos empezamos con proyectos personales distintos y ya no había tiempo para Zafiedad. Después de algunos años (tal vez 10 años), apareció por el barrio un muchacho vestido de negro, pelo largo y guitarra en el hombro, el cual era amigo de la hermana del gordo (el gordo era vecino de Cachivache y gran amigo nuestro). Recuerdo que la presencia de este rockero no era del agrado de Cachivache, tal vez por el porte de hippie que tenia este muchacho, el cual luego nos enteramos por el gordo, que era bajista de un grupo  de rock y que venía del sur del país, para ser más preciso del departamento de Tacna.

Mi gran amigo Cachivache se crio con su abuelita, y en esos tiempos ya se había casado, hasta que un cierto día se apareció la hermana del gordo, con su amigo rockero en la puerta de su casa….la mirada de cachivache era de incredulidad!!!, no podía creer que este muchacho que no le caía nada bien, se aparezca frente a él. La hermana del gordo le comento que tenía algo que contarle, y  grande fue la sorpresa de Cachivache cuando luego que de una breve explicación del árbol genealógico de su amigo rockero, le terminara confesando que aquel muchacho que no era de su agrado, era hermano por parte materna de Cachivache, quien luego de unos minutos de estar en shock y asimilar la historia, pudo comprobar que realmente era su hermano.

Pero la historia no acaba aquí, luego de un tiempo se aparecieron nuevamente por la casa de Cachivache la hermana del gordo con su amigo rockero (ahora hermano de Cachivache), para decirle este último que finalmente se regresaba a su tierra, pero que antes obviamente de despedirse, quería dejarle un regalo, de hermano a hermano, de músico a ex músico.  Quieren saber cuál era el regalo?....pues nada menos que un CD que había grabado de uno los casette de nuestros ensayos, que no sé como lo tenía en su poder el gordo y que su hermana se lo había dado a su amigo, quien lo llevo a un estudio de grabación, para luego grabarlo en CD. El resultado fue espectacular!!!, era un CD con portada, letras de canciones, integrantes del grupo y toda la información que lleva un CD de música original. Era un homenaje póstumo a una banda que nunca fue, pero que significo mucho. Zafiedad había pasado de una grabación accidental y artesanal a la era digital.

Lo que me queda como enseñanza de esta historia, es que uno nunca debe basarse en la apariencia física de una persona, para hacerse luego un concepto, aunque este proceso es casi inmediato en todas las personas. Por lo general el ser humano tiende a prejuzgar anticipadamente, pero la vida, en algunos casos nos da muchas sorpresas.
Es así como termina esta historia de Zafiedad…más que una banda de rock.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Patita de Conejo


El Pie en muchas culturas es símbolo de potencia fuerza y poder. Los conejos siempre han simbolizado entre otras cosas la fertilidad, debido a su capacidad para reproducirse a un ritmo vertiginoso.

Esta historia tiene que ver con mi profesor de primaria, Francisco Vidal Tinoco, más conocido como el profesor Panchito, quien además de ser muy buen profesor, tenía una particularidad muy especial y era la pasión profunda que tenia al futbol. Era un obsesionado con el equipo de futbol del salón. Recuerdo que siempre nos contaba historias de equipos de otras promociones con las cuales consiguió muchos campeonatos de fulbito. Debo aclarar que en esas épocas los profesores de primaria eran para toda la primaria; es decir de primero a sexto, en cambio hoy en día los colegios de educación primaria, cada año tienen profesores distintos.

Cuando ingrese a primer grado y después de los primeros días y cuando muchos ya habíamos dominado el miedo al cambio de un nido, que en mi época se llama jardín, nuestro querido profesor Panchito empezó a esbozar los primeros ensayos de lo que sería el equipo de fulbito que representaría a nuestro salón, en nuestro caso primer grado “C” y en el cual tuve el honor de formar parte del equipo.

Debo comentarles que el sistema de campeonato se daba de la siguiente manera: primer y segundo grado disputaban un campeonato, tercero y cuarto otra y quinto y sexto otra; es decir que los años pares tenían las mayores probabilidades de quedarse con la corona, debido a que se enfrentarían a equipos de años inferiores y donde los verdaderos rivales a vencer, serian los de su mismo grado. Cada grado contaba con 3 secciones, A,B y C. En total 6 equipos.

Recuerdo que el equipo se mantuvo desde primer a sexto grado salvo un cambio, pero la base siempre fue la misma.

Volviendo al profesor Panchito, recuerdo que en la clase de Educación física no había otra cosa que practicas de fulbito. Las dos horas de clase se dedicaba a darnos instrucciones de cómo funcionar mejor como equipo, al resto de la clase los mandaba a jugar libre por el resto de las canchas de fulbito y él, en la principal nos daba indicaciones tácticas. Era un verdadero entrenador. Un obsesionado del futbol. Un Bielsa de nuestros tiempos.

Siempre tuvimos un problema para cumplir con sus sueños de gloria, y ese obstáculo era el salón “B”, nuestro eterno rival, que por cierto siempre nos derrotaba; aunque en nuestra defensa debo aclarar que en sus filas contaba con tres jugadores de mayor edad y los cuales eran repitentes de año, lo cual les daba un mayor peso.

Pero la estrategia del profesor Panchito no bastaba en las charlas y prácticas de futbol, sino que días antes del campeonato y en los momentos en que nos daba las camisetas que orgullosos defenderíamos, adicional nos daba como amuletos “patitas de conejos” a cada jugador. Recuerdo que la primera vez me causo gran sorpresa, pero luego ya nos acostumbramos a este tipos de cábalas por parte del profesor, quien criaba conejos e incluso los rifaba entre los alumnos del salón. En fin si estas patitas de conejos ayudarían con el propósito de vencer a nuestros eternos rivales del “B”, bienvenidas eran. Lo malo era que en la cancha los resultados no nos acompañaban y siempre vimos como nuestros rivales alzaban la copa. Al final el profesor panchito siempre nos alentaba a seguir luchando, a no bajar los brazo y mucho menos la cabeza, y que ya habría otra revancha para volver intentarlo (claro está que acompañados de las “patita de conejo”).

Recuerdo que en cuarto año estando a dos meses del inicio del campeonato, sufrimos una terrible noticia para el equipo. Nuestro querido profesor y entrenador de fulbito, había sido promovido a director del colegio, con lo cual se nos complicaría aun más el camino a ser campeón.  Solo habría que esperar que el profesor de reemplazo sea una persona que también le agrade el futbol, y que apoye de la misma forma como lo había hecho hasta el momento el profesor Panchito. Con el transcurrir de los días, grande fue nuestra sorpresa cuando nos presentaron al reemplazo y era para sorpresa nuestra “UNA PROFESORA”, ya nada podía estar peor. Estábamos perdidos y más lejos que nunca del sueño de ser campeón. Con esta profesora se acabaron los entrenamientos, las charlas y tácticas de futbol.

Para el inicio de campeonato no hubo ceremonia de entrega de camisetas (no las entregaron a minutos de iniciar el partido) y obviamente tampoco hubo patitas de conejo para la suerte.

El campeonato se dio como siempre, y como siempre llegamos a la final con nuestro eternos rival. La diferencia fue que en aquella oportunidad logramos vencerlos por 3 a 1 y con ello obtuvimos por primera vez el campeonato. Recuerdo como si fuera hoy, que al final del partido y cuando nos encontrábamos en plena celebración, se unió a nosotros el profesor Panchito, quien dejo su cómoda posición en el palco de profesores, y rompiendo el protocolo e imparcialidad que debía impartir como director del colegio se confundió con nosotros en un abrazo interminable.

Ahora que recuerdo y repaso en mi mente que es lo que pudo pasar, que hizo que venciéramos a lo que hasta ese momento era imposible, pienso que fue la constancia, el respetar los procesos a largo plazo, el no cambiar el libreto, el tener claro cuál era el norte, el creer en un equipo y no ser cortoplacista. Se dice que por lo general las mujeres están orientadas a los procesos, mientras que los hombres estamos orientados a los resultados. Ambas cosas son importantes, sin resultados es muy difícil poder mantener procesos a largo plazo, pero en nuestro caso, fue la dedicación que le puso el profesor Panchito, el cual a pesar que en el campeonato ya no estaba bajo la dirección técnica de nuestro equipo, la base ya estaba formada y por lo tanto los frutos era cuestión solo de esperar,  pero lo mejor de todo fue que pudimos comprobar que no era cuestión de si teníamos o no la patita de conejo, para ayudarnos, sino que lo verdaderamente importante (aparte del trabajo constante), era el convencimiento que si podíamos lograrlo si confiábamos en nosotros mismos, más allá de cualquier cábala o superstición.
Ese día fuimos nosotros mismos, y ese día fuimos “CAMPEONES”.

sábado, 26 de octubre de 2013

Bievenidos

Bueno siendo las 00:15 del domingo 27 de octubre del 2013, empiezo este blog que para ser sincero nunca he visitado uno.
 
El titulo "Las cosas que vi y las que viví" es el titulo de un libro aun inconcluso (el cual espero algún día culminarlo) y que trata sobre episodios de mi vida y los cuales creo que merecen ser contadas. No todas las anécdotas son en primera persona, por ello el titulo de las cosas que vi y las cuales espero narrarlas sin herir susceptibilidades de las personas que compartieron pasajes de mi vida y las cuales son citadas en dichos relatos.
 
Bueno para empezar les cuento que actualmente tengo 39 años, una familia, una esposa y dos hijos.
Trabajo en una empresa privada dedicada al rubro de entretenimiento y mi función esta inmersa en el área Logística, en la cual ya llevo más de 14 años, por lo cual también tendré relatos relacionados con esta parte de mi vida, la cual me ha dado historias bonitas y de las otras.
 
Una de las virtudes que tengo y por las cuales me anime a escribir, fue por la gran memoria que tengo. Dicen que la memoria es selectiva y que por lo general solo recuerda los episodios agradables y los malos, solo se tiende a tener un recuerdo fugaz y muchas veces trastocado e incorrecto.
 
Tratare de ir de forma cronológica narrándoles anécdotas, muchas de las cuales son muy aleccionadoras, pero en algunos casos tal vez me gane la coyuntura y me anime a opinar sobre temas de actualidad.
 
Bueno, aquí vamos. Les empezare por contar que me crie en el distrito de Breña, en un barrio que en un momento fue picante y rojo (por lo bravo). Afortunadamente con el transcurrir de los años y en mi época de adolescencia, las cosas ya habían cambiado.... a Dios gracias, para mejor.
 
Estudie en un colegio nacional, una de las grandes  Unidades Escolares, Allí empecé a cultivar como casi todos, las mejores amistades que uno tiene en la vida, Los amigos de barrio y los de colegio nunca se olvidan, y cuando uno se reúne con ellos, después del tiempo que sea, pareciera que el mismo no hubiese transcurrido, o que el reloj se hubiese detenido.
 
Mis amigos del barrio, los que por respeto nombrare por sus apodos, fueron los que con sus vivencias inspiraron y formaron mi carácter. Claro esta que la formación empieza por casa, pero aquel que se ha criado al interior de un barrio sabe lo que ello significa y representa, sobre todo en la etapa donde uno esta formando su carácter (hasta los 12 años se forma el carácter del ser humano). Aunque actualmente no nos vemos seguido y algunos de ellos y como la gran mayoría de Peruanos, decidieron probar suerte en el extranjero y ya llevan varios años fuera, creo que el cariño y respecto sigue presente. Yo soy un convencido que la amistad debe ser tratada como a una planta delicada, y a la cual hay que darle tiempo y dedicación, de lo contrario se deteriora, pero en el fondo se que el cariño y amistad aun sigue presente.
 
Bueno en posteriores relatos les seguiré contando aquellas historias que como les decía al comienzo, son "Las cosas que vi y las que viví".
 
Nos vemos....